Aquí en el Sur, el verano se caracteriza por un ambiente en el cual podemos “asarnos” con casi 50 grados a la sombra… En Madrid no se dan esas temperaturas, pero si que hay otro tipo de calor para nada axfisiante y muy gratificante; el calor humano.
Es increible como estando tan lejos de casa te puedes sentir como si estuvieras en ella; miles de gracias a Ivan y Bego y a toda su familia y amigos por hacernos sentir tan a gusto.
Aquí os presento su historia; su preciosa boda celebrada en Madrid primero; y después en una bonita Finca; concretamente en el Tomillar en Torrelodones; espero que os guste 🙂
Boda Finca el Tomillar